Los trabajadores del transporte público de París viven este jueves una jornada de huelga para reclamar un alza salarial, en un contexto de inflación, obligando a los usuarios a buscar alternativas o simplemente quedarse en casa.
El paro también pretende aumentar la presión sobre el presidente francés, Emmanuel Macron, antes de que presente al parlamento un polémico proyecto que busca retrasar la edad de jubilación de los 62 a los 65 años.
«Queremos demostrar que si queremos movilizarnos, sabemos cómo hacerlo», dijo Frédéric Souillot, secretario general del sindicato FO. A finales de 2019 e inicios de 2020, un paro contra el primer intento de adoptar esa reforma perturbó el transporte público durante semanas.
Casi 12 millones de usuarios utilizan cada día el metro, el bus o los trenes operados por la empresa RATP, que se vio obligada a cerrar o a limitar el servicio a las horas puntas de casi todas las líneas de metro de la capital.
Muchos viajeros hicieron caso a los llamados a evitar tomar el transporte público. En la línea 6 del metro, operativa sólo en un tramo, los pocos vagones en marcha circulaban con poca gente este jueves, víspera de un feriado en Francia.
«Sinceramente, estuvo bien», dijo una mujer mientras se bajaba del metro. «¡Está mejor que de costumbre!», aseguró otra.
Las calles de París registraron también un aumento de vehículos, motocicletas y ciclistas, respecto a días anteriores.
En las últimas semanas, los sindicatos han convocado huelgas en varios sectores para reclamar alzas salariales, en un contexto de encarecimiento de la energía y de la alimentación por la guerra en Ucrania.
Los sindicatos de la RATP denuncian también la falta de contrataciones, que provocaron en los últimos meses retrasos en el servicio y una menor frecuencia de paso.
El gobierno debe nombra al exprimer ministro Jean Castex como jefe de la RATP. Durante su examen ante los legisladores, Castex aseguró que su prioridad será «la continuidad y la calidad del servicio».
El 18 de octubre, cuatro sindicatos convocaron un paro generalizado en Francia, donde 107.000 personas se manifestaron en las calles. Este jueves, sólo la central CGT pidió también una huelga en todos los sectores.
Los servicios de trenes de alta velocidad, operados por la empresa de ferrocarriles SNCF, funcionarán así con normalidad y sólo se esperan ligeras interrupciones en las líneas regionales.
AFP