Los jefes de los servicios de inteligencia de Estados Unidos y Rusia se reunieron este lunes en Turquía en un inusual cara a cara para discutir sobre las amenazas nucleares rusas en Ucrania y los estadounidenses detenidos por orden del Kremlin.
William Burns, jefe de la CIA y exembajador estadounidense en Moscú, debía transmitir a su homólogo, Sergéi Naryshkin, un mensaje sobre «las consecuencias del uso de armas nucleares por parte de Rusia (en Ucrania) y los riesgos de una escalada para la estabilidad estratégica», afirmó un portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca.
Burns «no discute un acuerdo» por la guerra en Ucrania, insistió la misma fuente. Agregó que los ucranianos fueron informados previamente de la reunión.
También estaba previsto que abordara el caso de los estadounidenses detenidos «injustamente» en Rusia, como la jugadora de baloncesto Brittney Griner y el exmilitar Paul Whelan.
«Confirmamos que hoy se llevan a cabo negociaciones ruso-estadounidenses en Ankara» por ese asunto, dijo el lunes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, citado por las agencias de noticias rusas. Subrayó que se trata de una «iniciativa de la parte estadounidense» y se negó a dar detalles.
La presidencia turca confirmó que Turquía acogió esta reunión, en un momento clave en la guerra de Rusia contra Ucrania, tras la retirada la semana pasada de las fuerzas rusas de la ciudad de Jersón.
Estas suponen las conversaciones directas de más alto nivel entre funcionarios de ambos países desde que Rusia invadió Ucrania el pasado 24 de febrero.
– Oferta de canje –
El presidente ruso, Vladimir Putin, mencionó la bomba atómica en un discurso televisado el 21 de septiembre en el que dijo que si era necesario estaba dispuesto a usar «todos los medios» de su arsenal frente a Occidente, que ha apoyado a Ucrania con grandes y continuas dotaciones de armamento.
Desde entonces Estados Unidos y sus aliados han hecho advertencias en público y en privado contra esa amenaza de Moscú. Lo hizo por ejemplo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, a su homólogo ruso, Sergei Shoigu, durante una conversación telefónica.
A pesar de la guerra, los funcionarios de Washington insisten en que Estados Unidos y Rusia han mantenido «canales de comunicación» desde el comienzo de la ofensiva rusa en febrero, incluso a través de la embajada estadounidense en Moscú para transmitir mensajes oficiales.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó el miércoles pasado que espera que su homólogo ruso esté más dispuesto a hablar de un canje de prisioneros.
«Espero que ahora que terminaron las elecciones, el señor Putin pueda hablar con nosotros y esté dispuesto a hablar más seriamente sobre un canje de prisioneros», declaró Biden en rueda de prensa al día siguiente de las elecciones de medio mandato en Estados Unidos.
La jugadora de baloncesto Brittney Griner, detenida en febrero en un aeropuerto de Moscú en posesión de un vaporizador que contenía cannabis líquido, fue condenada a nueve años de prisión por «tráfico de drogas» y recientemente trasladada a un centro penitenciario no identificado.
Washington ha dicho varias veces que ha hecho una «oferta significativa» para la liberación de la deportista y del exmilitar Paul Whelan, que hasta el momento no ha recibido respuesta.
Según fuentes diplomáticas rusas, un posible canje podría ser de Brittney Griner por el traficante de armas ruso Viktor Bout, quien cumple una condena a 25 años de prisión en Estados Unidos.
En el pasado rusos y estadounidenses ya realizaron varios canjes de prisioneros.
AFP.