El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que «consideraría» declarar organizaciones terroristas a los carteles mexicanos, durante una comparecencia en el Senado.
En la audiencia sobre el presupuesto para el año fiscal 2024, el secretario de Estado abordó las principales preocupaciones en política exterior de Washington, como la guerra en Ucrania, la influencia de China y la crisis de los opiáceos.
Al menos 107.735 estadounidenses murieron entre agosto de 2021 y agosto de 2022 por intoxicación por drogas, el 66% de ellos por opioides sintéticos como el fentanilo, producido por los carteles mexicanos.
La crisis ha llevado a algunos congresistas a proponer designar como «terroristas» a los cárteles mexicanos.
Este miércoles, el senador republicano Lindsey Graham preguntó a Blinken si los carteles de la droga controlan zonas de México.
«Creo que es justo decir que sí», contestó el secretario de Estado, quien precisó que el fentanilo no solo mata a decenas de miles de estadounidenses sino que «también está matando a mexicanos».
Graham quiso saber si no le parecía que había llegado el momento de cambiar de política porque la actual «no está funcionando».
«Usted tiene toda la razón sobre la inseguridad en México» y «el propio pueblo mexicano es la víctima número uno de esa inseguridad», aseguró Blinken.
Añadió que hay que «hacer más» y «ser más efectivos», y una forma de conseguirlo es asegurarse «tener, por ejemplo, la tecnología en nuestras fronteras para detectar e interceptar el fentanilo», dado que el 96% entra por puertos de entrada legales.
Otra posibilidad, planteó Graham, es «ir a la fuente y declarar a los cárteles de la droga mexicanos organizaciones terroristas extranjeras bajo la ley estadounidense. ¿Lo consideraría usted?».
«Sí, ciertamente lo consideraríamos», contestó Blinken.
Para Graham, esto es útil con respecto a China, de donde procede la mayor parte de los precursores químicos usados para fabricar fentanillo. Si Pekín «proporciona apoyo material a una organización terrorista extranjera, podría ser procesado en los tribunales estadounidenses», dijo el senador.
Durante la audiencia, Blinken afirmó que la crisis de los opiáceos sintéticos, principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 49 años, «tiene que ser una prioridad nacional».
Pero opinó que se debe abordar desde un enfoque «de espectro completo», es decir reducir la demanda y suministrar tratamiento en Estados Unidos, «hacer mucho más» para interceptarlo y desmantelar las organizaciones criminales transnacionales que se dedican a este tráfico.
«Tenemos que trabajar con México como lo estamos haciendo, para desmantelar los laboratorios» y necesitamos ser más efectivos en la prevención del desvío de precursores lícitos hacia la fabricación ilícita de opioides sintéticos, afirmó Blinken a los senadores.
El secretario de Estado ve resultados en «la colaboración muy estrecha con México».
Durante el último año, las autoridades mexicanas han arrestado a decenas de líderes de organizaciones criminales, se han incautado de cantidades récord de fentanilo e interrumpido instalaciones de producción, enumeró.
Su enfoque holístico incluye implicar a otros países: se establecerá un grupo de trabajo en el G20 y se formará «una coalición de forma voluntaria al principio» para abordar concretamente el desvío ilícito de precursores legales.
– El tren maya –
Por su parte, el senador republicano Bill Hagerty pidió explicaciones por la reciente irrupción de fuerzas de seguridad mexicanas en un puerto de carga situado en una propiedad de una compañía estadounidense en la península de Yucatán, sureste de México.
La empresa Vulcan Materials Company afirmó en un comunicado que el 14 de marzo policías y militares mexicanos «entraron por la fuerza» en las instalaciones portuarias, cerca de Playa del Carmen.
Hagerty dijo que le preocupa «que el gobierno mexicano haya puesto a sus militares a cargo de construir» una sección del tren maya cercana al muelle incautado y, sobre todo, «que China pueda estar involucrada en la construcción» o financiación de tramos de ese turístico ferrocarril que conecta los balnearios de Cancún y Tulum (este), en la costa del Caribe mexicano.
Blinken convino que el asunto es motivo de «profunda preocupación» y dijo que Estados Unidos ha pedido explicaciones a las autoridades locales y nacionales mexicanas.
«Casos como este pueden impactar muy negativamente los esfuerzos de México para atraer futuras inversiones de Estados Unidos», recalcó.
AFP.