En una publicación realizada por el diario The New York Times, hablan de como la dictadura de Maduro busca silenciar las voces disidentes que cuestionan los resultados de las recientes elecciones presidenciales, el régimen venezolano ha lanzado una operación de represión masiva conocida como “Operación Tun Tun”. Esta ofensiva está dirigida contra aquellos que se considera que han puesto en duda la legitimidad de la victoria del dictador Nicolás Maduro, quien se proclamó vencedor en los comicios del 28 de julio.
La redada nacional ha generado un ambiente de miedo y desesperación en todo el país. En Caracas, cientos de personas se han congregado frente al centro de detención conocido como Zona 7, portando bolsas de comida para los reclusos. Estas personas se aferran a listas de detenidos mientras ansían noticias sobre sus seres queridos, arrestados en circunstancias que van desde ir en moto hasta salir de una panadería. Las detenciones han sido tanto generalizadas como selectivas, sin que se haya comunicado claramente a los detenidos los cargos en su contra.
Carolina Jiménez Sandoval, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, ha expresado su preocupación sobre la intensidad de la represión: “Llevo muchos años documentando violaciones de derechos humanos en Venezuela y he visto patrones de represión antes. No creo haber visto nunca esta ferocidad”.
El régimen venezolano ha desatado una ola de represión sin precedentes, que según grupos de derechos humanos, supera cualquier cosa vista en las últimas décadas. La administración de Maduro ha evitado proporcionar un recuento oficial de votos, mientras que la oposición ha publicado resultados que indican una victoria abrumadora de su candidato.
“Maduro, tras haber sido aparentemente repudiado por la mayoría de sus electores, parece decidido a castigar a quienes considera desleales”, han afirmado los analistas. La situación es especialmente preocupante para aquellos que se han manifestado en contra del régimen. María Vázquez, una vendedora ambulante de 62 años de Caracas, expresó su inquietud tras el arresto de su hijo, quien participó en una protesta. “Es preocupante”, dijo Vázquez, quien apoya al régimen y había instado a su hijo a no protestar.
La represión en Venezuela ha captado la atención internacional, y los expertos temen que el régimen de Maduro esté dispuesto a tomar medidas aún más drásticas para sofocar la disidencia y consolidar su poder. La comunidad global sigue de cerca los eventos en el país, mientras las voces dentro de Venezuela claman por un alivio ante la creciente ola de represión.
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