La frontera estratégica entre Gaza y Egipto, conocida como el Corredor Filadelfia para Israel y el Corredor Saladino para los palestinos, ha emergido como un punto clave en las actuales negociaciones de alto el fuego. Hamás exige una retirada total de las tropas israelíes de Gaza, mientras que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, defiende el control israelí sobre esta área, describiéndola como esencial para evitar que Hamás se rearme a través de túneles.
Durante una reciente conferencia de prensa, Netanyahu declaró que el Corredor Filadelfia es «el oxígeno y el armamento de Hamás,» y que su control es crucial para la seguridad de Israel. La discusión se centró en la importancia estratégica de esta frontera, en un mapa presentado por Netanyahu que no incluía a Cisjordania.
Las negociaciones de alto el fuego, que han sido extensas y complicadas, se han visto afectadas por las demandas mutuas. Hamás ha propuesto liberar rehenes a cambio del fin de la guerra, la retirada total de las fuerzas israelíes y la liberación de varios prisioneros palestinos, condiciones que se detallaron en un acuerdo propuesto por el presidente estadounidense, Joe Biden, en julio. Sin embargo, Hamás ha acusado a Israel de prolongar las negociaciones con nuevas demandas, incluyendo el control israelí continuo sobre el Corredor Saladino y un segundo corredor en Gaza.
La situación se ha vuelto aún más urgente tras el hallazgo de los cuerpos de seis rehenes en un túnel en Gaza. Expertos forenses israelíes han confirmado que los rehenes fueron asesinados días antes de que fueran encontrados, mientras que Hamás sostiene que fueron muertos en un ataque israelí.
En Israel, miles de ciudadanos han salido a las calles de Jerusalén y Tel Aviv en protestas, culpando a Netanyahu por no haber negociado un acuerdo que podría haber salvado a los rehenes. Se ha informado que tres de los seis rehenes que fueron encontrados debían haber sido liberados en una primera fase de un acuerdo de alto el fuego discutido en julio.
Netanyahu, en un intento de apaciguar a las familias de los rehenes, se disculpó durante la conferencia de prensa del lunes. «Estuvimos cerca, pero no lo logramos,» admitió, reconociendo la frustración de las familias afectadas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha intensificado la presión sobre Netanyahu, criticando su falta de avances hacia un acuerdo de alto el fuego. Biden ha afirmado que, a pesar de las afirmaciones de progreso, aún no se ha logrado un acuerdo que se perciba como efectivo en el terreno.
Netanyahu ha mantenido que el fin de la guerra solo se logrará cuando Hamás sea completamente derrotado y deje de gobernar Gaza. Según el primer ministro, esto requiere una victoria militar y una victoria política para desmantelar el gobierno de Hamás.
La situación sigue siendo crítica, con las tensiones elevadas tanto en las calles de Israel como en las negociaciones internacionales.