Macy’s, una de las cadenas de ropa y accesorios más reconocidas en Estados Unidos, anunció el cierre de 55 de sus tiendas en todo el país, superando las 50 sucursales inicialmente previstas para su clausura. Esta decisión responde a un bajo desempeño en ventas y a los cambios en el comportamiento de los consumidores.
El director ejecutivo de la compañía, Tony Spring, indicó que el cierre es parte de una estrategia más amplia para renovar su enfoque operativo y mejorar su respuesta al cambiante entorno del mercado. Durante una conferencia telefónica para discutir los resultados del segundo trimestre, Spring explicó que, aunque Macy’s ha hecho esfuerzos por adaptar su oferta y su calendario de marketing, los desafíos financieros y las demandas cambiantes de los clientes han dificultado el crecimiento.
A pesar de la situación, Macy’s reportó ventas de $4,900 millones durante el segundo trimestre de 2024, una cifra que, aunque ligeramente por debajo de las expectativas, fue acompañada por un resultado positivo en las ganancias ajustadas por acción, que alcanzaron los $0.53, superando las previsiones.
El cierre de tiendas refleja de la dificultad de la compañía para adaptarse a la competencia de gigantes del comercio electrónico como Amazon, así como a la oferta de grandes minoristas físicos como Walmart, Target y Costco.
Por años, Macy’s ha centrado su operación en tiendas físicas, lo que ha obstaculizado su capacidad de adaptación a las nuevas preferencias de los consumidores.