El Príncipe Harry perdió, este viernes 2 de mayo, la batalla legal para mantener protección policial durante sus visitas al Reino Unido, la medida fue rechazada por el Tribunal de Apelación de Londres y fue condenado a pagar los costos del proceso.
Desde que fue trasladado, hace cinco años a Estados Unidos había perdido la protección policial sistemática, financiada por los miembros activos de la realeza, y que es financiada por los contribuyentes británicos.
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«Una consecuencia no deseada de su decisión de renunciar a sus obligaciones reales y pasar la mayor parte de su tiempo en el extranjero ha sido que se le ha proporcionado un nivel de protección (…) menor que cuando se encontraba en el Reino Unido. En conclusión, se desestimará la apelación», dijo el juez Geoffrey Vos.
Harry debe pagar un suma de 1,5 millones de libras, por los costos del proceso. Poco después de la resolución, ha dicho querer «reconciliarse» con su familia.