La Organización de las Naciones Unidas (ONU) encendió las alarmas ante la posible desaparición forzada de más de 250 migrantes venezolanos que fueron deportados desde Estados Unidos a El Salvador. La denuncia surge tras la completa falta de información sobre su paradero y situación legal.
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Hasta el momento, ni las autoridades estadounidenses ni salvadoreñas han ofrecido detalles oficiales sobre los detenidos. Muchos habrían sido trasladados al polémico Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una prisión de máxima seguridad que ha sido cuestionada por las condiciones extremas a las que son sometidos los reclusos.
La ONU advirtió que los migrantes no habrían tenido acceso a abogados ni fueron notificados sobre su deportación, lo que representa una grave violación a derechos fundamentales como la protección frente a detenciones arbitrarias, la garantía de un debido proceso y la prohibición de tratos crueles o inhumanos.
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Familiares continúan sin saber nada de sus seres queridos, mientras crece la presión internacional por una respuesta clara de las autoridades.