Victoria para los demócratas en Georgia. Rapahael Warnock y Jon Ossoff se convertirán en senadores por ese estado, luego de arrebatar sendos escaños a los republicanos Kelly Loeffler y David Perdue.
Tanto Warnock como Ossoff se impusieron en las elecciones que fueron celebradas el pasado martes. Los comicios fueron una repetición de las elecciones realizadas en noviembre de 2020.
En aquella contienda la mayor parte de los votos fue a parar a manos del Partido Republicano. Sin embargo, ni Loeffler ni Perdue acumularon el 50% de los sufragios exigidos por la ley para poder sellar sus triunfos.
Ante la posibilidad de la segunda vuelta, los demócratas centraron su estrategia en las principales áreas urbanas, sobre todo en esas pequeñas ciudades que rodean a Atlanta.
Como resultado, Rapahael Warnock y Jon Ossoff llegarán a la Cámara Alta del Congreso y, con ello, igualarán en número a los republicanos. Hasta las próximas elecciones, ambas toldas tendrán un total de 50 senadores por lado.
Aunque no lo parezca, el escenario deja al Senado bajo el dominio del Partido Demócrata. Una vez que asuma como vicepresidenta, Kamala Harris se convertirá, de manera inmediata, en la presidenta de esa instancia.
Como tal, Harris no sólo deberá encabezar las sesionas cruciales, sino que tendrá derecho al voto doble. En ese sentido, la dirigente podrá votar una primera vez, como miembro de la Cámara. Luego, podría volver a hacerlo, de forma preferencial, en caso de empate.
La noticia brinda oxígeno al presidente entrante, Joe Biden. Desde ahora – y durante los próximos dos años – su partido tendrá el control de la Cámara de Representantes, de la de Senadores y, por consiguiente, del Congreso.
Tal situación otorga al ex vicepresidente un mayor margen de maniobra, sobre todo a la hora de conseguir la aprobación de propuestas legislativas. Sus iniciativas podrían ser aprobadas sin mayores reticencias, facilitando su gestión y, por su puesto, su estancia en la Casa Blanca.