Con el corazón roto por dejar a sus familiares en Venezuela, pero con las ganas de demostrar que el venezolano es echao pa’ lante y sobre todo con el deseo enorme de luchar por su gente, salió la madrugada del pasado sábado, desde el municipio Valmore Rodríguez, ubicado en la subregión Costa Oriental del Lago con destino a Bogotá Eleazar Medina.
Medina era una de las promesa del ciclismo venezolano, que tuvo que truncar sus sueños para poder llevar un plato de comida a la mesa de su familia.
Con lágrimas en sus ojos y con un profundo dolor, tuvo que a sus seres queridos en un país que se sumerge cada día en la miseria y en el hambre.
Consigo lleva solo algo de ropa, y algunos alimentos no perecederos para poder sustentarse en este largo viaje, le acompaña su pequeña mascota, quién le brinda apoyo y le demuestra que el amor lo puede todo.
“Me voy para demostrar que el venezolano tiene voluntad de trabajar por el bienestar de su gente. Espero poder escribir mi odisea y que sepan que así como muchos, todos los días salen mis hermanos desde cualquier estado con las esperanzas de crecer en todos los sentidos (…) Estoy es una prueba más y espero pronto volver a regresarme porque ya extraño a los míos”, afirmó medina.
“Hivi”, como se le conoce en su pueblo, paró en El Vigía a descansar el primer día luego de varios kilómetros de recorrido; posteriormente descansó en Táchira, en casa de unos peregrinos que conocieron su historia vía Facebook y decidieron ayudarlo.
Así como Medina, son miles los jóvenes venezolanos que han tenido que emigrar para poder ayudar a sus familiares, dejando aún lado su hogar y sus sueños.
El Ciclista de Acero, nos está demostrando que cuando quieres, puedes, solo debes luchar por tus sueños.
¡Eleazar, esperamos que llegues con bien a tu destino, los buenos somos más!.