La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos anunció este miércoles que comenzará a reducir desde noviembre su programa de compra de activos en vista de los «progresos» de la economía.
Así, la Fed reducirá sus compras de activos como bonos del Tesoro o títulos adosados a créditos hipotecarios, actualmente en 120.000 millones de dólares mensuales, en unos 15.000 millones por mes, un monto que será «ajustado» en función de la evolución de la economía.
La reducción será de 10.000 millones de dólares en el caso de los bonos del Tesoro y de 5.000 millones en las compras de títulos.
El Comité Monetario de la Fed (FOMC) considera que «reducciones similares» se producirán cada mes, con ajustes «si se justifican por la evolución de las perspectivas económicas», según un comunicado emitido al término de su reunión iniciada el martes.
Así, si la inflación es demasiado alta, la reducción de estas compras será mayor, antes de comenzar a aumentar las tasas de referencia, como forma de frenar el alza de precios. El organismo mantuvo por lo tanto sus tasas de interés ultrabajas en un rango de 0 a 0,25%.
Estas compras de activos permitieron que el crédito siguiera fluyendo y aplastaron las tasas de interés a largo plazo, evitando así una convergencia de la crisis económica con una crisis financiera.
Pero la reactivación está encaminada y la inflación se anuncia más fuerte y persistente de lo previsto en Estados Unidos, en particular por las perturbaciones en la cadena mundial de aprovisionamiento en un contexto de fuerte demanda de los consumidores.
Los dirigentes de la Fed destacaron que «la inflación es alta y refleja sobre todo factores que deberían ser temporales».
«Los desequilibrios de la oferta y la demanda por la pandemia y la reapertura de la economía contribuyeron a alzas de precios importantes en algunos sectores», resumieron.
Los precios subieron 4,4% en 12 meses a setiembre en Estados Unidos, un máximo desde 1991, según el índice PCE.
La Fed saludó que «los sectores más golpeados por la pandemia mejoraron en los últimos meses» aunque «el alza de casos de covid (por la variante delta, ndlr) frenó su restablecimiento.
– Tasas bajas –
El presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó que es «muy difícil predecir la persistencia» y «los efectos», en particular la inflación, de los problemas logísticos, pero considera que el organismo puede esperar antes de subir sus tasas de interés.
«Es un momento incierto, pero deberíamos ver bajar la inflación para el segundo o tercer trimestre» de 2022, dijo Powell.
«Pensamos que podemos esperar» para subir las tasas, añadió, aunque admitió que no dudarían en subirlas si la situación lo amerita.
«Comprendemos las dificultades que la fuerte inflación plantea a las personas y las familias, en particular las que tienen medios de subsistencia limitados», sostuvo.
Powell destacó además el lado inédito de la situación que hace difíciles los pronósticos.
«Es suficientemente difícil hacer proyecciones en tiempos normales. Cuando hablamos de perturbaciones de las cadenas de aprovisionamiento mundiales, es algo totalmente diferente», continuó. «No tenemos mucha experiencia» en este tipo de disfucionamiento previo a la pandemia, sostuvo.
La Fed recortó sus tasas directrices a niveles ultrabajos para alentar el crédito y el consumo, y teme que elevar los tipos de referencia de forma precoz perjudique la reactivación del mercado laboral.
Las empresas privadas contrataron a 571.000 personas en octubre, informó el miércoles la firma de servicios ADP, la última señal de que la economía estadounidense se está recuperando de la pandemia de covid-19.
El aumento del empleo fue mayor de lo que preveían los analistas. Empresas de todos los tamaños añadieron puestos de trabajo, la mayoría en el sector de los servicios, entre ellos el ocio y la hostelería, dos rubros que fueron muy afectados por las restricciones de la pandemia.
La tasa de desempleo, que se publicará el viernes, debería registrar una ligera caída, a 4,7%.
Algunos bancos centrales ya subieron sus tasas, por ejemplo en Noruega, Nueva Zelanda o Brasil. Inglaterra podría anunciar un alza el jueves.
El Banco Central Europeo (BCE) en tanto, mantuvo sus medidas de apoyo. Su presidenta, Christine Lagarde, consideró el miércoles «muy improbable» un alza de tasas de referencia en 2022.
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, espera que «el año próximo desaparezcan buena parte de los cuellos de botella actuales ligados a la reapertura» de la economía y «en el transcurso de la segunda mitad del año» se vea a «las tasas de inflación volver alrededor del 2%», según sus declaraciones de este miércoles en la radio NPR.