Bruselas, Bélgica | AFP | viernes 06/05/2022 – 05:58 UTC-4 | 426 palabras
El mercado de la cocaína -con un enorme aporte de América del Sur- y la metanfetamina experimenta un enorme aumento en Europa, impulsado por niveles récord de tráfico, de acuerdo con un estudio divulgado este viernes.
Las cantidades de cocaína capturadas en puertos europeos «nunca han sido tan altas como en los últimos cuatro años», dijo Catherine de Bolle, secretaria ejecutiva de Europol al presentar el resultado de un informe sobre la expansión de tráfico de estupefacientes.
De acuerdo con un estudio de Europol y el Observatorio Europeo de Drogas y Adicciones, en 2020 se capturaron cantidades de cocaína sin precedentes y el continente «enfrenta una creciente amenaza de un mercado de drogas más diversificado y dinámico».
En lo referido a la cocaína, los estudios apuntan que una parte importante sigue siendo producida en Colombia, Bolivia y Perú, pero que las redes diversifican el uso de puertos del continente latinoamericano y el norte de África en sus intentos de hacer llegar la droga a Europa.
«Desde la apertura de las negociaciones de paz con las FARC y el gobierno colombiano (…) hemos visto un aumento dramático en la producción de cocaína en Colombia», dijo Alexis Goosdeel, del Observatorio Europeo.
Además, puntualizó, «ha habido una mejora en el procesamiento químico» y con ello el volumen de droga producida.
La policía incautó la mayor parte de la cocaína en Bélgica, Holanda y España en 2020, los tres países donde el grueso de la droga se transforma antes de su distribución.
Además de la cocaína, la metanfetamina también se tornó un problema creciente.
«En varias ocasiones, toneladas de metanfetaminas producidas en América del Sur han sido capturadas en la Unión Europea. En la mayoría de los casos, provenía de México», explicó De Bolle en una conferencia de prensa.
Así, la metanfetamina, la droga estimulante sintética más utilizada en el mundo, desempeña un «papel relativamente menor en el mercado europeo de drogas», según el informe, aunque los datos más recientes sugieren una «amenaza creciente».
La producción en Europa ha tenido históricamente lugar en pequeños laboratorios en la República Checa y países vecinos, pero ahora también se está produciendo en laboratorios a escala industrial en los Países Bajos y Bélgica.
En Bélgica, Francia, Holanda y España, «la competencia entre proveedores de drogas se ha intensificado» lo que ha llevado a un aumento de la violencia, según los informes.
La nueva naturaleza de este mercado ha resultado en «niveles récord de disponibilidad de drogas, aumento de la violencia y la corrupción, y empeoramiento de los problemas de salud», apunta el estudio.
AFP