La Corte Suprema de Justicia de Argentina ratificó este martes la condena por corrupción contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en una decisión unánime que confirma una sentencia de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, por su rol en un esquema de desvío de fondos vinculados a la obra pública en la provincia de Santa Cruz.
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Los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti rechazaron el recurso de queja interpuesto por la defensa de la ex mandataria, junto con los presentados por los otros ocho condenados y el fiscal del caso, mediante la aplicación del artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial, en este caso fundado debido a la trascendencia institucional del fallo.
Con esta decisión, el caso queda cerrado en la instancia judicial más alta del país, y será ahora el Tribunal Oral Federal N° 2 el encargado de determinar el modo de cumplimiento de la condena. Fuentes judiciales estiman que, por su edad (72 años), Kirchner podría recibir arresto domiciliario, mientras se confirma la ejecución de la pena para los demás condenados, entre ellos Lázaro Báez y José López.
La sentencia también impide que la actual presidenta del Partido Justicialista se postule para cargos electivos, frustrando así su anunciada intención de competir por una banca como diputada en la provincia de Buenos Aires en las legislativas del 7 de septiembre. De haber ganado, habría obtenido fueros parlamentarios.
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Horas antes del fallo, cientos de simpatizantes se congregaron frente a la sede del Partido Justicialista en Buenos Aires para expresar su apoyo. Entre banderas de agrupaciones peronistas y camisetas con el rostro de la ex presidenta y de Eva Perón, los manifestantes vitorearon a la líder política mientras ella encabezaba una reunión de emergencia con su equipo para definir la estrategia a seguir.
Kirchner, quien gobernó Argentina entre 2007 y 2015, había sido condenada en 2022 por favorecer con contratos irregulares de obra pública al empresario Lázaro Báez durante su mandato presidencial y el de su esposo, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
A pesar de no haber sido encarcelada hasta ahora, la ratificación de la condena marca un hito judicial que impactará directamente en el mapa político argentino, especialmente en un contexto de tensión entre el peronismo kirchnerista y el gobierno ultraliberal del presidente Javier Milei.
“Estar presa es un certificado de dignidad”, expresó la ex presidenta días antes del fallo, en un mensaje que resonó entre sus seguidores y dirigentes políticos afines.