La organización delictiva Tren de Aragua, que extiende sus influencias por todo el continente, opera como “brazo armado de la inteligencia venezolana y cubana”, según afirman expertos en seguridad de varios países entrevistados por el Diario Las Américas.
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Sin embargo, medios internacionales parecen hacer caso omiso a las evidencias emergentes sobre las conexiones entre células criminales del Tren de Aragua y los servicios secretos del régimen de Nicolás Maduro, en relación con las investigaciones sobre el reciente asesinato de un oficial disidente del ejército venezolano en la capital de Chile.
Un extenso documental sobre el Tren de Aragua transmitido por CNN el domingo 9 de junio no hace mención de dichos vínculos, a pesar de las afirmaciones públicas al respecto hechas por autoridades chilenas. Estas autoridades han solicitado la extradición de dos venezolanos con historial delictivo en Santiago de Chile, quienes claramente están vinculados con la banda. Según parece, fueron contratados como sicarios para el secuestro y asesinato de Ojeda, el joven oficial que fue capturado y asesinado.
«Hemos establecido que esto no fue un auto secuestro o secuestro extorsivo, esto fue organizado por el Tren de Aragua con una organización extranjera en el contexto del crimen organizado y el perfil de la víctima nos lleva a concluir que la única línea de investigación es esa y por lo tanto hacemos un requerimiento de asistencia penal internacional a Venezuela para que nos ayude con la detención de ciudadanos venezolanos que están actualmente en ese país», dijo el fiscal a cargo del caso en Chile, Hector Barros al Diario las Américas el pasado 12 Abril.
Durante un registro realizado el año pasado en la cárcel de Aragua, donde se originó dicha organización delictiva, y según declaraciones de autoridades venezolanas a la CNN, se evidencian hechos que muestran una continua propagación de información falsa por parte del gobierno de Maduro. Esto tiene como objetivo desviar la atención de las investigaciones sobre la banda criminal mencionada.
Los sicarios venezolanos que sacaron a Ojeda de su residencia en Santiago y posteriormente lo ejecutaron. Incluso llegaron a disfrazarse de agentes de policía chilenos para sembrar pruebas falsas. Portavoces del gobierno en Caracas incluso persisten en responsabilizar a las autoridades chilenas por la muerte del teniente, catalogándola como un «auto secuestro».
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Es importante resaltar que el Tren de Aragua inicialmente se equipó con armamento proveniente de arsenales de la Guardia Nacional venezolana, entidad encargada de la administración de la cárcel de Aragua. Esto se llevó a cabo mediante presuntos robos que no fueron reportados hasta que se descubrieron decenas de cajas llenas de municiones de gran calibre, granadas, proyectiles de artillería e incluso lanzacohetes almacenados en las instalaciones penitenciarias al momento de ser allanadas por funcionarios del Ministerio del Interior en septiembre del año pasado.
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