Un reporte de The New York Times indicó que funcionarios venezolanos anularon una invitación a la Unión Europea para observar las próximas elecciones presidenciales del 28 de julio, otra clara indicación de que es improbable que el dictador Nicolás Maduro renuncie al poder, a pesar de permitir que un candidato opositor se postule en su contra.
Tras meses de aumento de la represión por parte del régimen de Maduro —que vetó a aspirantes legítimos de postularse, encarceló a adversarios políticos y reprimió a la sociedad civil—, el ente electoral del país sorprendió a muchos en abril al permitir que el exdiplomático Edmundo González se registrara como candidato de la oposición.
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El gobierno venezolano ha estado asfixiado por las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea a la vital industria petrolera del país. Algunos analistas sostienen que Maduro permitió que González se presentara únicamente porque podría ayudarle a persuadir a Washington y a sus aliados para que flexibilicen las sanciones.
El presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, declaró en una transmisión televisiva que estaba anulando la invitación hasta que la UE levantara «las sanciones coercitivas, unilaterales y genocidas impuestas a nuestro pueblo».
“Sería inmoral permitir su participación conociendo sus prácticas neocolonialistas e intervencionistas contra Venezuela”, añadió.
La Unión Europea (UE) expresó en un comunicado que «lamenta profundamente la decisión unilateral» del CNE y pidió a la dictadura que reconsiderara su postura.
La economía de Venezuela se derrumbó hace casi una década, generando uno de los mayores desplazamientos en la historia de América Latina: más de siete millones de venezolanos han dejado el país, impulsando una ola migratoria hacia el norte que se ha convertido en un tema principal en la campaña presidencial de EE. UU.
Tres sondeos efectuados en el territorio nacional revelaron que la mayoría de los encuestados planeaban votar por González. Sin embargo, existen dudas generalizadas sobre si Maduro permitirá la divulgación de estos resultados o los aceptará en caso de que sean publicados.
En lo que va de este año, la dictadura de Maduro ha arrestado y encarcelado a 10 miembros de la oposición. Además, otros cinco tienen órdenes de detención y se encuentran refugiados en la Embajada de Argentina en Caracas, reseñó The New York Times en su sitio web.
Una iniciativa en la Asamblea Nacional también otorgaría al régimen la capacidad de interrumpir la campaña de la oposición en cualquier momento. Además, muchos venezolanos que viven en el exterior no han logrado registrarse para votar debido a los costosos y complicados requisitos.
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Maduro, de 61 años, es el sucesor político del movimiento socialista liderado por Hugo Chávez, y ha fortalecido su poder desde que asumió el cargo por primera vez en 2013. Ejerce un control efectivo sobre el poder legislativo, las fuerzas armadas, la policía, el sistema judicial, el consejo electoral, el presupuesto nacional y gran parte de los medios de comunicación, además de tener influencia sobre las violentas bandas paramilitares conocidas como colectivos.
Él y su círculo cercano también han sido señalados por cometer sistemáticamente abusos contra los derechos humanos, que constituyen crímenes de lesa humanidad, como asesinatos, torturas y violencia sexual.