En su primera competencia en casi dos años, la superestrella de la gimnasia Simone Biles deslumbró este sábado en el evento US Classic conquistando el trofeo e ilusionando a sus aficionados con una posible participación en los Juegos Olímpicos de París-2024.
Biles, que se tomó un descanso después de los Juegos de Tokio en 2021 para cuidar de su salud mental, protagonizó una fabulosa actuación en la que no dejó de sonreír aclamada por los 11.000 aficionados en Hoffman Estates, a las afueras de Chicago (Illinois).
«Me sentí muy bien, sobre todo después de todo lo que ha pasado en el último año», declaró Biles a la cadena CNBC. «Volví e hice lo que estaba entrenando, así que estoy muy contenta con el resultado».
La prodigiosa atleta de Columbus (Ohio) obtuvo las mejores puntuaciones en salto de potro, ejercicio de suelo y barra de equilibrio y la tercera en barras asimétricas, para imponerse en el concurso con un total de 59.100 puntos.
Aunque no ha confirmado su deseo de competir en unos terceros Juegos Olímpicos en París, su espectacular actuación del sábado a sus 26 años puede ser un primer paso en esa dirección.
Este evento era la última oportunidad para clasificarse para los Campeonatos Nacionales de Estados Unidos que se celebrarán del 24 al 27 de agosto en San José (California).
«Todavía estamos dando pasos de trabajo», dijo Biles cuando se le preguntó por París. «Mi objetivo principal era esto y luego los Campeonatos y después miraremos hacia los Mundiales y luego ya veremos».
«De momento voy en la buena dirección, pero todavía tengo que trabajar en mí misma. Voy a seguir con mi terapia. Voy a ponerme en primer lugar», recalcó la gimnasta, que en mayo contrajo matrimonio con el jugador de football americano Jonathan Owens.
«De alguna forma siempre supe que volvería en cuanto ocurrió lo de Tokio», señaló. «Esta vez lo hago por mí (…) He trabajado mucho en mí misma y creo un poco más en mí. Se trata de volver y empezar a dar esos primeros pasos de nuevo», agregó.
La decisión de tomarse un largo descanso después de Tokio, donde fue víctima de un peligroso fenómeno de desorientación en el aire conocido como «twisties», fue considerada un momento decisivo para la lucha contra los prejuicios en torno a la salud mental en el deporte de élite.
– Recuperar la confianza –
Este sábado, las gradas del NOW Arena se llenaron de apasionados aficionados que acudieron a alentar a su ídolo y convirtieron el US Classic en una gran fiesta de bienvenida para Biles.
La ganadora de 19 medallas de oro de Campeonatos del Mundo arrancó su noche en las barras asimétricas con un gran ejercicio que los jueces valoraron con 14.000 puntos.
Biles fue mejorando y logró 14.800 puntos en la barra de equilibrio. En suelo, el público celebró cada una de sus acrobacias. Mientras Biles se recuperaba del esfuerzo, los jueces le otorgaron 14.900 puntos.
El broche final fue un fabuloso salto de potro en el que no exhibió ninguna huella de la inactividad y que fue premiado con 15.400 puntos.
«A veces siento que he perdido una parte de esa confianza, así que volver aquí y hacer lo que he hecho esta noche y recibir el apoyo de los aficionados es algo que no puedo agradecerles lo suficiente», afirmó Biles.
Leanne Wong, de 19 años, fue segunda con 54.100 puntos y Joscelyn Roberson, de 17 años, tercera con 54.050.
– Los desafíos de Tokio –
Casi dos años atrás, Biles fue una de las grandes protagonistas de los Juegos de Tokio, donde el mundo del deporte esperaba que repitiera su colosal actuación de Rio-2016, donde cosechó cuatro oros y un bronce.
Sometida a una enorme presión, la participación de Biles en Tokio dio un giro dramático e inesperado que comenzó con una serie de errores inusuales durante las primeras rondas de clasificación.
El bloqueo de Biles, que confesó sentir «el peso del mundo sobre mis hombros», la llevó a renunciar a última hora a la mayoría de pruebas apelando a su salud mental.
La estadounidense, que había logrado una medalla de plata en el concurso general por equipos, fue capaz de volver a la competición en la última jornada y se adjudicó un bronce en la barra de equilibrio.
Además de la presión de ser un ícono global del deporte, Biles ha atravesado por dolorosos episodios en su carrera y su vida personal.
Durante su infancia la pequeña Simone, que descubrió la gimnasia a los seis años por casualidad durante una excursión escolar, y sus tres hermanos tuvieron que ser enviados a un centro de acogida ante los problemas de alcohol y drogas de su madre.
Cuando ya era una figura en ciernes, la estadounidense estuvo entre las decenas de gimnastas de élite que sufrieron abusos sexuales a manos del médico del equipo nacional Larry Nassar, condenado a décadas de cárcel por estos delitos.
AFP