Este jueves, el cabecilla del régimen de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró estar «listo» para unas negociaciones entre ellos y la oposición venezolana, las cuales incluyan «acuerdos parciales», y el levantamiento de sanciones económicas.
«Estamos listos para ir a México. Estamos listos para sentarnos en una agenda realista, objetiva, verdaderamente venezolana, para tratar todos los asuntos que haya que tratar, para llegar a acuerdos parciales por la paz, la soberanía de Venezuela, para que se levanten todas las sanciones criminales sobre Venezuela» expresó Maduro.
Por su parte Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento controlado por el régimen «le han comunicado a todas las delegaciones de la oposición y del gobierno de Noruega que estamos listos», apuntó Maduro.
Cabe destacar que el anuncio ocurre solo 10 días después de que el propio Maduro amenazara con no acudir a las negociaciones excusándose en supuestos “planes violentos” en los que estaban inmersos algunos dirigentes de Voluntad Popular.
Maduro ha expresado en otras oportunidades su «disposición a dialogar», sin embargo ha condicionado su participación al levantamiento de sanciones económicas, que incluyen un embargo al petróleo venezolano, que le han cerrado vías de financiamiento en medio de una dura crisis económica; que todos los sectores políticos reconozcan la validez de los poderes públicos y sus autoridades legítimas; que todos los sectores renuncien a planes violentos con delincuentes, golpes de estado, magnicidios y otros caminos de la violencia y que se incorporen todos los sectores políticos que quieran incorporarse.
El presidente interino Juan Guaidó también ha manifestado estar preparado para sentarse con el régimen.
«Nosotros estamos listos ya», afirmó el miércoles Guaidó en una entrevista con el canal de televisión abierta colombiano RCN.
De momento, no hay fecha prevista para estas conversaciones, que se preparan en medio del arresto del exdiputado Freddy Guevara (muy cercano a Guaidó), acusado de terrorismo y traición a la patria.
Al margen del amplio rechazo internacional que recibió esta detención, la mesa de negociaciones es vista con buenos ojos por Estados Unidos y la Unión Europea, que han expresado su disposición a revisar sanciones si avanzan las discusiones en pro de elecciones «creíbles».
Venezuela se prepara precisamente para los comicios de alcaldes y gobernadores el 21 de noviembre, que Maduro se ha comprometido a respetar, buscando recuperar reconocimiento internacional.
La dividida oposición, que boicoteó las elecciones presidenciales de 2018 y las legislativas de 2020, enfrenta el dilema de participar o no.
La última vez que gobierno y oposición se sentaron en una mesa de negociaciones fue en Barbados en 2019, auspiciados también por Noruega. Esas conversaciones se agotaron sin acuerdos.
Con información de AFP