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Tribunal Supremo de Brasil definirá futuro de la Copa América

El Tribunal Supremo de Brasil discutirá el jueves dos pedidos que buscan impedir la realización de la Copa América en Brasil, duramente afectado por la pandemia de coronavirus, provocando una nueva incertidumbre sobre el convulsionado torneo sudamericano.

Los magistrados del máximo tribunal determinarán, de forma remota y en un plazo de 24 horas, el futuro del campeonato internacional, previsto para comenzar el domingo y terminar el 10 de julio y que cuenta con el respaldo del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.

«El presidente del Tribunal Supremo Federal (STF), ministro Luiz Fuz, convocó para el jueves una sesión virtual extraordinaria, con duración de 24 horas, para que los magistrados decidan sobre la realización de la Copa América en Brasil», indicó un boletín del órgano publicado este martes.

Los jueces de la mayor corte brasileña votarán sobre dos acciones que piden la suspensión del torneo: una de la Confederación Nacional de Trabajadores Metalúrgicos y otra del Partido Socialista Brasileño y el diputado Julio Delgado.

Los demandantes advierten que, en su parecer, el torneo más antiguo de selecciones representa un riesgo sanitario y viola los derechos a la vida y la salud, agregó el texto.

 

– Montaña rusa –

 

El posible veto judicial puede ser el último obstáculo de la convulsionada Copa América-2021, que originalmente debió disputarse el año pasado en Argentina y Colombia.

Sin embargo, Brasil asumió de manera sorpresiva la organización el lunes pasado, a falta de dos semanas para el pitazo inicial, tras las salidas semanas atrás de Argentina, por el agravamiento de la pandemia, y de Colombia, en medio de un estallido social que deja decenas de muertos.

La designación de Brasil como sede provocó una cascada de críticas internas y externas por la grave situación sanitaria del gigante latinoamericano, el segundo país con más muertos (más de 474.000), una cifra superada solo por Estados Unidos.

Los jugadores y la comisión técnica de la ‘Selecao’ habrían manifestado a la Confederación Brasileña de Fútbol, a cargo de la logística, su oposición a que se realice el torneo en el país, según medios locales.

La postura de los atletas y el respaldo del DT, cuya continuidad empezó a cuestionarse, provocó una crisis en la ‘Canarinha’, que alcanzó su cúspide con la orden el domingo para que el presidente de la CBF, Rogerio Caboclo, abandonara temporalmente el cargo por una denuncia de una empleada de la entidad por acoso sexual y moral.

 

– Expectativa –

 

Los rumores de boicot se apaciguaron con la salida de Caboclo y luego de que los futbolistas brasileños acordaran disputar la Copa, según publicó el Portal Globo Esporte el lunes, aunque se prevé que después del juego del premundial sudamericano contra Paraguay, la noche de este martes en Asunción, revelen un manifiesto con críticas a la forma en que fue organizado.

«Vamos a hablar (después del juego contra Paraguay). No queremos desviarnos de nuestro objetivo, que para nosotros es la Copa del Mundo», aseguró el capitán brasileño Casemiro el viernes, tras la victoria 2-0 contra Ecuador en Porto Alegre por la séptima fecha de las eliminatorias rumbo a Catar-2022.

Figuras sudamericanas como el uruguayo Luis Suárez, el colombiano Juan Guillermo Cuadrado o el argentino Sergio «Kun» Agüero criticaron públicamente el evento. A ese coro se unieron los entrenadores de Ecuador, Gustavo Alfaro, y de Chile, Martín Lasarte.

Se prevé que la Copa América se dispute entre el 13 de junio y 10 de julio sin público en Rio de Janeiro, Cuiabá, Brasilia y Goiania.

El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Queiroga, aseguró la víspera que la Copa, la cuarta en los últimos seis años, se realizará bajo un «ambiente controlado», con pruebas periódicas a los atletas y protocolos sanitarios especiales.

Las autoridades brasileñas habían dicho que las diez selecciones participantes deberían tener vacunadas a sus delegaciones, de hasta 65 personas, para ingresar a Brasil, pero Queiroga reculó asegurando que los inmunizantes podían «comprometer el ritmo competitivo de los jugadores» y además, por los tiempos, los deportistas no alcanzarían a adquirir la inmunidad.