Estados Unidos ha lanzado una advertencia contundente al gobierno israelí, planteando la posibilidad de reducir su ayuda militar si no se mejora el acceso a la asistencia humanitaria en Gaza en un plazo de 30 días. Esta comunicación, considerada la más severa desde el inicio del conflicto en la región, fue firmada por el secretario de Estado Antony Blinken y el secretario de Defensa Lloyd Austin.
En la carta, la administración de Joe Biden expresó su «profunda preocupación» por el «deterioro de la situación humanitaria» en Gaza, donde se informa que casi el 90% de la ayuda humanitaria ha sido bloqueada o restringida por Israel durante el mes anterior. Además, se señala que las órdenes de evacuación han forzado a cerca de dos millones de personas a concentrarse en una zona restringida, incrementando el riesgo de brotes de enfermedades mortales.
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Mientras tanto, los ataques israelíes en el sur de Gaza continuaron, resultando en la muerte de al menos 15 personas, entre ellas seis niños y dos mujeres. Las críticas hacia Israel han crecido en intensidad a nivel internacional a medida que la guerra con Hamás avanza, con más de 42,000 palestinos reportados como víctimas según el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás.
La presión sobre Israel se ha intensificado aún más tras su reciente incursión terrestre en Líbano, justificada como un esfuerzo por desmantelar las bases de Hezbolá. Esta operación ha sido objeto de condena global, especialmente después de que se registraran ataques israelíes contra fuerzas de paz de la ONU. En respuesta a las acusaciones de ataques deliberados contra el personal de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha calificado dichas afirmaciones como «completamente falsas».