Los padres de un joven negro abatido a tiros por la policía de la ciudad estadounidense de Minneapolis denunciaron el viernes que los agentes «ejecutaron» a su hijo en una operación y no le dieron ninguna posibilidad de sobrevivir.
«Una madre nunca debería tener que ver a su hijo ejecutado de esa manera», expresó Karen Wells, la madre de la víctima, Amir Locke (22 años), durante una conferencia de prensa
Karen Wells destacó que luchará hasta que su hijo «obtenga justicia» , en tanto el padre del joven, Andre Locke, dijo que la policía podría haber hecho «cualquier cosa diferente», incluso ordenarle a su hijo que soltara su arma antes de abrir fuego.
El joven Amir Locke recibió un disparo el miércoles por parte de agentes que ejecutaban una orden de allanamiento en el apartamento en el que se encontraba en esa ciudad del estado de Minnesota (norte de Estados Unidos).
En un video oficial, un oficial usa una llave para ingresar y luego un grupo de oficiales entra mientras grita «¡Policía, orden de allanamiento!». Locke comenzó a levantarse de un sofá, a quitarse una manta de encima y sostenía un arma en la mano. En ese momento la policía disparó.
El tiempo total entre la entrada de los agentes y los disparos fue menos de diez segundos. Locke fue declarado muerto en el hospital.
La muerte de Locke reabrió las heridas del asesinato de George Floyd en mayo de 2020, otro hombre negro también ultimado en Minneapolis, cuando el expolicía y hoy condenado Derek Chauvin se arrodilló sobre su cuello durante casi nueve minutos hasta provocarle la muerte.
El fiscal general del estado de Minnesota, Keith Ellison, prometió una investigación «justa y exhaustiva» de los hechos referidos a Locke.
«La vida de Amir Locke importa», indicó en alusión al movimiento «Black Lives Matter» (Las vidas negras importan), desatado tras la muerte de Floyd que generó multitudinarias protestas contra el racismo y la violencia policial en Estados Unidos y otros países.
La orden de allanamiento que desencadenó la tragedia no mencionaba a Locke, pero decía que estaba relacionado con un sospechoso en una investigación por homicidio en la ciudad vecina de Saint Paul.
Ese aval oficial permitía a los agentes ingresar sin previo aviso, según la jefa de policía de Minneapolis, Amelia Huffman, en declaraciones a la radio MPR.
Sin embargo, las órdenes de arresto «sin aviso» se han vinculado a varios casos de violencia policial, por lo que Minnesota ha restringido el uso de las autorizaciones de esa naturaleza desde las protestas masivas desatadas en el verano boreal de 2020.
El viernes, el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, anunció una prohibición temporal inmediata de ese tipo de órdenes mientras la ciudad revisa la norma.
AFP.