El príncipe William sorprendió al contratar a la firma de abogados que representó a su madre, la princesa Diana, en la disolución de su matrimonio con Carlos en agosto de 1996, una decisión que marcó a la familia británica.
El futuro rey contrató a la firma Mishcon de Reya para que lo represente a él y a su familia y así toma distancia de la firma que ha asesorado a la familia real por mucho tiempo, Harbottle & Lewis.
De acuerdo con Richard Eden, editor del Daily Mail, el Príncipe de Gales “quería emprender su propio camino” y “ser él mismo”, por lo que decidió no seguir utilizando a los abogados de su familia.