Cuatro miembros de las fuerzas de seguridad murieron en un acto «terrorista» en el sureste de Irán, anunció este lunes la agencia oficial Irna.
El ataque se produjo en la provincia de Sistán-Baluchistán, situada en la frontera con Afganistán y Pakistán y escenario de episodios violentos en los últimos meses.
«Durante un acto terrorista, cuatro miembros de las fuerzas de seguridad de los Guardianes de la Revolución [el ejército ideológico de Irán] murieron como mártires» en la región de Saravan, indicó Irna.
Sistán-Baluchistán es una de las regiones más empobrecidas de Irán. Allí vive la minoría baluchí, que en general practica el islam sunita, y no chiita -mayoritario en el país-.
Frente a la «presencia potente» de las fuerzas de seguridad, los atacantes «huyeron a Pakistán», agregó Irna, sin aportar más información sobre los asaltantes.
El 14 de diciembre, el Ministerio iraní de Inteligencia informó del arresto de tres individuos implicados en el supuesto asesinato de un imán sunita, muerto el 8 de diciembre en Sistán-Baluchistán.
Desde el 30 de septiembre, la capital regional, Zahedán, ha sido escenario de actos violentos a raíz de la violación de una adolescente, supuestamente cometida por un policía.
Al margen de esto, el país se ha visto sacudido por unas importantes manifestaciones por la muerte de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años que murió el 16 de septiembre tras haber sido detenida por la policía de la moral en Teherán.
AFP.