La Organización Mundial de la Salud (OMS) prometió el jueves tomar «medidas apropiadas» frente a las acusaciones de comportamiento racista y abusivo hechas contra el director para el Pacífico Occidental, el médico japonés Takeshi Kasai, por funcionarios de su área.
Kasai, acusado igualmente de haber afectado la capacidad de respuesta de la OMS ante la pandemia de covid-19, negó esas acusaciones y se dijo dispuesto a cooperar con cualquier investigación.
«La OMS es consciente de esas denuncias y está adoptando todas las medidas apropiadas sobre el asunto», indicó a la AFP la organización con sede en Ginebra, sin otras precisiones.
La agencia Associated Press reveló que decenas de funcionarios del departamento del Pacífico occidental habían denunciado en interno en octubre a su director y que en enero enviaron un correo electrónico con esos cargos al consejo ejecutivo de la organización del sistema de Naciones Unidas con sede en Ginebra.
En el mensaje de correo, consultado por la AFP, Kasai es acusado de ejercer «un liderazgo abusivo y racista».
También lo señalan de mal manejo y dilapidación de las donaciones hechas para enfrentar la pandemia, de abuso de poder para garantizar su reelección en el cargo y de nepotismo en la contratación de personal.
Además, reclama «una intervención urgente» de los países miembros de la OMS para tomar en cuenta sus preocupaciones.
«Tomo muy en serio las preocupaciones planteadas sobre mi estilo de gestión», escribió Kasai, en el cargo desde febrero de 2019, en un documento entregado a la OMS, que la AFP pudo consultar.
Agregó que está dispuesto a «realizar los cambios que aseguren un ambiente positivo de trabajo», pero en particular negó en ese documento cualquier comportamiento racista.
«Es verdad que he sido duro con el personal, pero rechazo cualquier acusación de haber tomado por blanco a funcionarios de alguna nacionalidad específica», escribió.
También niega haber compartido con el gobierno japonés información confidencial de la OMS sobre las campañas de vacunación anticovid.
El embajador británico en Ginebra, Simon Manley, urgió a la OMS a investigar el caso. «En la OMS no caben el racismo ni la discriminación», afirmó.
AFP.