La intensificación de los ataques israelíes sobre la Franja de Gaza dejó al menos 23 personas fallecidas entre la noche del jueves y la madrugada de este viernes, según reportes médicos locales. Pese a las presiones internacionales, Israel continúa su operación militar y solo ha permitido el ingreso de ayuda limitada al enclave palestino.
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Las muertes se registraron en distintas zonas del territorio: diez víctimas en Jan Yunis, al sur; cuatro en Deir al-Balah, en la región central; y nueve en el campo de refugiados de Jabaliya, ubicado al norte. Los cuerpos fueron trasladados a los hospitales Nasser, Al-Aqsa y Al-Ahli, según confirmaron las autoridades sanitarias.
Mientras la ofensiva avanza, Israel enfrenta críticas por la magnitud del bloqueo impuesto sobre Gaza, que cumple casi tres meses. Las Naciones Unidas advierten que millones de personas se encuentran en condiciones extremas, con riesgo inminente de hambruna, especialmente ante la falta de acceso a suministros básicos.
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El gobierno israelí ha reiterado que su objetivo es mantener la presión militar hasta lograr la liberación de los 58 rehenes que, según sus estimaciones, siguen en poder de Hamás. Además, insiste en que no cesará las acciones hasta que el grupo militante quede completamente desarmado.