En su segunda Audiencia General, el Papa León XIV lanzó un llamado urgente a detener los conflictos en Ucrania y la Franja de Gaza, subrayando la necesidad de un alto el fuego inmediato y la liberación de todas las personas privadas de libertad conforme al derecho humanitario.
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Desde la Plaza de San Pedro, el pontífice expresó su cercanía y oración por las víctimas, especialmente niños y familias, y exhortó a la comunidad internacional a apoyar toda iniciativa de paz y diálogo. Sobre Gaza, denunció el sufrimiento de los civiles atrapados entre bombardeos y pidió el fin de la violencia.
El Papa centró su catequesis en la parábola del buen samaritano, resaltando que la compasión debe surgir de una profunda humanidad compartida, más allá de las diferencias religiosas. Insistió en la importancia de detenerse ante el dolor ajeno y ofrecer ayuda comprometida y cercana.
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“Antes de ser creyentes, estamos llamados a ser humanos”, concluyó León XIV, recordando que la vida está hecha de encuentros donde se decide cuidar al otro.