Hace ocho años fue asesinado Juan Pablo Pernalete, un joven estudiante de contaduría, que fue impactado por una bomba lacrimógena en el pecho durante una manifestación pacífica en Altamira, Caracas, y su familia aún espera justicia.
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Elvira Llovera y José Gregorio Pernalete, padre del joven, denunciaron que el asesinato de su hijo continúa en completa impunidad porque los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que, han sido identificados como el grupo que estuvo reprimiendo en Altamira, no fueron llevados a juicio.
En el año 2022, fuimos a una audiencia preliminar, después de ser diferida en 10 oportunidades, donde el Fiscal del Ministerio Público (MP) convenientemente se paró y acusó a dos GNB, que ya no se encuentran en sus comandos y 10 GNB los llevó a Archivo Fiscal.
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«La esperanza de que va a llegar en el corto plazo, a pesar de que ya se cumplieron los lapsos para nosotros tener respuesta de la apelación, es la desestimación que no tiene basamento jurídico de esta juez. Nosotros, de víctimas indirectas en el asesinato de nuestro hijo, también nos hemos convertido en víctimas directas de un Estado que nos niega justicia», expresaron.