El gobierno de Venezuela ha decidido convocar a su embajadora en España, Gladys Gutiérrez, tras las declaraciones de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, quien calificó a Venezuela de «dictadura». Estas palabras fueron consideradas «injerencistas» por el canciller venezolano, Yván Gil, lo que provocó la medida diplomática.
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La llamada a consultas es un recurso diplomático que, según el Diccionario Panhispánico del español jurídico, implica que un embajador regrese a su país para informar sobre un asunto y recibir instrucciones. En este caso, la embajadora Gutiérrez deberá volver a Venezuela, lo que puede implicar una baja en la representación diplomática durante su ausencia. En su lugar, el encargado de negocios ad interim asumiría temporalmente las funciones.
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La tensión entre ambos países también ha aumentado debido a la reciente proposición no de ley aprobada en el Congreso español, en la que se insta al gobierno de España a reconocer a Edmundo González Urrutia como «presidente electo y legítimo» de Venezuela.
Por otro lado, el embajador español en Caracas, Ramón Santos Martínez, ha sido citado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela para comparecer el 13 de septiembre. Este tipo de convocatoria es una práctica habitual cuando un país desea expresar una queja formal a otro país a través de su representante diplomático.
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Llamar a consultas a un embajador suele ser una medida que precede a posibles acciones más severas, como la retirada definitiva del embajador o incluso la ruptura de relaciones diplomáticas, aunque no siempre ocurre.