El Observatorio Venezolano de Prisiones alerta sobre los daños irreparables en la salud mental de los niños y adolescentes detenidos arbitrariamente por el régimen de Nicolás Maduro por la represión causada tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
«Los adolescentes sometidos a violencia o encarcelamiento pueden desarrollar trastornos mentales como cambios de comportamiento, ataques de pánico, baja autoestima, estrés, ansiedad, depresión, psicosis e incluso llegar al suicidio. Todo esto sin considerar el profundo daño que están causando en algunos detenidos con condiciones especiales como autismo», indica el OVP, tras consultar con psicólogos.
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Los subregistros de las organizaciones de la sociedad civil evidencia que 158 adolescentes fueron detenidos y al momento 58 se encuentran todavía tras las rejas, a quienes les imputan delitos como terrorismo, asociación para delinquir y traición a la patria.
«De acuerdo con las denuncias de los padres a través de diversos medios de comunicación, al menos ocho de los adolescentes recluidos en la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), conocida como Zona 7 en Caracas, fueron víctimas de abuso sexual, tortura con descargas eléctricas y asfixia», relata el OVP.
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El OVP denuncia que estos jóvenes fueron recluidos con adultos, muchos de ellos presos sociales y no les han permitido acceso a la defensa privada. Además recalcan las condiciones de los recintos carcelarios en Venezuela, en dónde han sido humillados y maltratados.
«Es un hecho que el daño mental causado a estos 158 adolescentes es profundo e irreversible, y es por ello que desde el OVP exigimos el cese inmediato de estos actos inaceptables que violan los principios más básicos del derecho internacional humanitario. La liberación de estos jóvenes debe ser inmediata y sin restricciones, y el Estado debe reparar integralmente por el daño causado, tanto al detenido arbitrariamente como a sus familiares», exige el OVP.