Una familia de tres venezolanos que murieron en el accidente aéreo ocurrido el pasado viernes 9 de agosto en São Paulo, estaba en camino para tomar un vuelo de conexión en la ciudad de Cascavel y regresar a Venezuela tras una larga estadía en Brasil.
Las víctimas eran María Parra, su hija Josgleidys González, y su nieto Joslan Pérez, de solo 4 años. Joslan, quien nació con graves problemas de salud, fue la razón por la que la familia decidió residir temporalmente en Brasil para su tratamiento. Tras varios meses en São Paulo bajo cuidado médico, María y Josgleidys se trasladaron a Cascavel, en el estado de Paraná, para prepararse para su regreso a Venezuela.
El viernes pasado, la familia emprendió su viaje de regreso, pero la tragedia les impidió completar su trayecto. El avión, un ATR-72-500 de fabricación francesa, despegó de Cascavel a las 11:46 horas con destino al aeropuerto de Guarulhos en São Paulo. El accidente ocurrió cuando la aeronave se encontraba a unos 80 kilómetros de su destino final. El vuelo llevaba a bordo 58 pasajeros y cuatro miembros de la tripulación.
Vecinos en Cascavel informaron que la familia llevaba consigo un perro, cuya documentación para viajes internacionales fue una de las razones por las que la familia había postergado su retorno a Venezuela. El impacto de la tragedia ha conmocionado a la comunidad local, que recuerda a María, Josgleidys y Joslan con cariño y lamento.
Las investigaciones sobre el accidente continúan, mientras la comunidad y familiares buscan entender cómo ocurrió la tragedia que acabó con las vidas de esta familia en su intento de regresar a casa.